El
teletrabajo no despega en Navarra y está por debajo del 8% de la media estatal
El empleo a distancia mejora la conciliación y ahorra
216 horas en traslados al empleado
El Gobierno foral tiene posibilidad técnica de
permitir la jornada "on line" en 2.100 puestos, pero aún no ha
regulado está fórmula
Navarra camina pero con paso lento hacia la expansión
del teletrabajo, una fórmula que permite a los empleados cumplir la jornada
laboral sin acudir a la empresa gracias a la utilización de nuevas tecnologías
de la información, principalmente Internet y telefonía móvil. El trabajo a
distancia no está regulado en Navarra y no existe un registro oficial de
personas acogidas a esta modalidad, no obstante, según los expertos el
porcentaje está por debajo de la media estatal del 8% del total de la fuerza
laboral y años luz del 17% de los países nórdicos.
La cultura del control sobre el empleado y la
resistencia de los empresarios a apostar por la innovación lastran esta apuesta
en la Comunidad Foral, donde, no obstante, los proyectos pioneros puestos en
marcha en los últimos años, principalmente desde la Cámara Navarra y el
Servicio Navarro de Empleo, reflejan la satisfacción tanto de los trabajadores
como de los empresarios que han adoptado esta fórmula porque ahorra en costes y
mejora la conciliación familiar. "Todavía estamos en una cultura en la que
a los empresarios navarros les cuesta que los empleados estén en casa. Siguen
prefiriendo tenerlos cerca porque así les parece que están controlados, pero es
necesario romper estas barreras y perder el miedo a esta fórmula", resume
la responsable del Proyecto de Teletrabajo de la Cámara Navarra, Cristina Oroz.
Sin
avances. En Navarra, la mayoría de teletrabajadores se concentra en la
empresa privada, pese a que la Administración foral, la mayor empresa de
Navarra, con unos 20.000 empleados, está técnicamente dotada para permitir el
trabajo a distancia a más de dos millares de funcionarios. En el Gobierno de
Navarra no está regulada la modalidad de e-work como fórmula estándar
para que un funcionario pueda realizar su trabajo desde casa, sin embargo,
dispone de una bolsa de 2.100 licencias que permitirían técnicamente a los
funcionarios trabajar fuera de las cuatro paredes de la oficina.
Sobre la posibilidad de poner en marcha este sistema
en la Administración foral, fuentes del departamento de Presidencia, Justicia e
Interior explican que previamente sería necesario definir en qué puestos, en
qué condiciones y con qué previsión de tareas, para realizarlas de acuerdo con
lo que puede ser la carga laboral de una jornada presencial. "Esta
posibilidad se apuntó el pasado año en las reuniones de la Mesa General de
Función Pública, pero no se ha avanzado", admiten. "Sí que está
implantada técnicamente la posibilidad y se usa en determinados ámbitos y por
determinadas personas", explican. Así, el Gobierno dispone de una solución
técnica de acceso a teletrabajo con 1.600 licencias de las que mayor parte,
1.250, son utilizadas por personal de Salud para conectar consultorios remotos,
por ejemplo. "Son, por tanto, utilizaciones que permiten la movilidad, y
cumplen esa función, más que la de teletrabajo, para el que también
sirven", aclaran.
Prácticamente todos los altos cargos, de director de
servicio hacia arriba, pueden utilizar esta posibilidad para trabajar también
desde su casa, en otro horario o en fines de semana, es decir, el sistema de
teletrabajo complementa su jornada presencial, pero no la sustituye, una
distinción clave a la hora de hablar de empleo on line, que no consiste
simplemente en trabajar a distancia, en consultar el correo electrónico desde
casa o en estar permanentemente conectado a la oficina sino que exige una
relación laboral específica.
Ésta, según precisa la responsable del Proyecto de
Teletrabajo de la Cámara Navarra, Cristina Oroz, debe incluir un convenio donde
se estipulen las condiciones en las que el empleado va a realizar su labor.
Otra solución técnica de teletrabajo empleada en el
Gobierno de Navarra, con 500 licencias, es usada especialmente en Justicia. Así
lo hacen, por ejemplo, todos los ayuntamientos en relación con los juzgados de
paz y los registros civiles. "En este caso ocurre algo similar: no es que
desde los ayuntamientos hagan teletrabajo, sino que tienen un acceso seguro al
Gobierno de Navarra, del tipo que se emplea y por tanto podría servir para el
teletrabajo en sentido general, es decir, cuando el que se realiza en el
domicilio sustituye de forma habitual al presencial", añaden desde el
departamento de Presidencia, Justicia e Interior.
El empleo on line carece de regulación en
España, aunque el Gobierno central trabaja en ello, no obstante, algunas
comunidades, como Castilla y León, ya están dando pasos por su cuenta para
regularlo como forma de prestación de la jornada laboral en la modalidad de no
presencial. Otras autonomías han presentado iniciativas para impulsar el
trabajo a distancia en la Administración. Así lo ha hecho la CAV, donde 29
funcionarios participan desde hace unos días en un proyecto piloto de
teletrabajo por el que ejercerán desde casa tres días por semana y se ahorrarán
el trayecto a la oficina.
Las ventajas económicas del teletrabajo ya fueron
recogidas en la memoria sobre el proyecto de teletrabajo que la Cámara Navarra
y el Servicio Navarro de Empleo desarrollaron en 2009, una iniciativa que este
año carece de financiación. En términos monetarios, el ahorro anual por
teletrabajador supera los 1.200 euros, mientras que el empleado ahorra en
tiempo una media de 216 horas al año en desplazamientos al lugar del trabajo.
"Las estimaciones para 2010 son similares, pero hay que tener en cuenta
que además del ahorro de dinero y tiempo, así como el consecuente ahorro ecológico
en el caso de tener que utilizar el automóvil, el teletrabajo es una medida de
flexibilidad empresarial que facilita la conciliación de la vida familiar y
laboral, mejora la competitividad de las empresas y favorece la creación y
estabilidad de los puestos de trabajo", explica Oroz.
¿Qué empresas? Pese a lo que se pueda pensar, el e-work
no es una fórmula solo para grandes multinacionales o administraciones, de
hecho, son las más compañías más pequeñas las más abiertas a esta práctica.
"Las empresas son de todo tipo, desde la CAN hasta una con dos empleados.
La fórmula no se ciñe a que sean grandes o pequeñas ni a que tengan más o menos
mujeres en plantilla. No es un tema de género ni tiene que ser así. Es una
medida de conciliación que beneficia a cualquiera, bien sea para cuidar a hijos
como para dedicarse a sus hobbies", concluye Oroz.
¿Quién puede? Pero no todos los trabajos ni todos
los empleados son adecuados para esta fórmula. Es una cuestión de competencias
y carácter. "Hay personas que no se organizan bien y en este tipo de
trabajo hay que saber planificarse y estar orientado a resultados, trabajar por
objetivos, pero tampoco es aconsejable trabajar con esta fórmula el cien por
cien de la jornada porque te puedes desvincular de la empresa y de los colegas",
apunta Oroz . "También es necesario tener una grado de involucración con
la empresa y confianza tanto con los jefes como con los compañeros",
añade.
"Las empresas no contratan a las personas por
cómo son, sino por aquello que hacen o que pueden hacer. No todo el mundo puede
hacer de todo. Por ello, debe atenderse a las capacidades y al potencial de
aprendizaje de cada una. Si hablamos de las necesidades de las personas,
encontramos que son tremendamente diversas, incluidas las necesidades
psicosociales", expone en este sentido el pedagogo Blas Campos,
supervisor, formador y consultor sistémico de Bidari, gabinete de formación y
asesoramiento. "Un ejemplo sencillo de cómo puede encajar lo que estoy
diciendo en la realidad, es imaginar a un joven autista que trabaja
completamente aislado, en la caseta del jardín de su casa y es uno de los
mayores especialistas en programar... Lógicamente, trabajar sólo requiere un
perfil personal adecuado, así como un contrato ético que proteja a ese
trabajador o trabajadora aislada, es decir, más vulnerable, en muchos
sentidos", sostiene.
De ahí que no todos los colectivos vean con buenos
ojos este sistema que podría acabar con las conquistas sociales de los
trabajadores. Para los sindicatos, el teletrabajo creará una dualidad social y
una pérdida de las responsabilidades de las empresas ante sus empleados.
E
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n el tema 14, hemos estudiado el
teletrabajo.
El teletrabajo, es aquella
prestación de servicios en la que un trabajador desempeña una actividad
profesional sin estar ubicado en el centro de trabajo valiéndose de un uso
habitual de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Como bien dice la noticia,
Navarra camina lenta hacia el teletrabajo.
Una de las ventajas del trabajo,
y desde nuestro punto de vista una de las más importantes por los tiempos en
que vivimos, es el ahorro en infraestructura, espacio, equipos…ya que permite
al trabajador, desarrollar su actividad sin ningún tipo de desplazamientos y
para la propia empresa supone un gran ahorro.
Como bien dice la noticia, hay
personas que no valen para este tipo de trabajos ya que no saben organizarse. "Todavía
estamos en una cultura en la que a los empresarios navarros les cuesta que los
empleados estén en casa. Siguen prefiriendo tenerlos cerca porque así les
parece que están controlados”.
El teletrabajo, presenta ventajas
e inconvenientes tanto para los trabajadores como para la propia empresa.
El trabajador cuenta con una
mayor comodidad, libertad, autocontrol pero también aparecen unos factores que
pueden resultar estresantes para el trabajador, como la conciliación entre
trabajo y familia.
Por último, decir que el
teletrabajo se alimenta de la globalización y de la sociedad telemática, ya que
para poder ejercerlo necesitamos medios de comunicación, internet y toda clase
de equipos informáticos. El teletrabajo es una técnica que se va extendiendo
poco a poco, aunque comunidades como Navarra sean lentas en este proceso.
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