FALLECIMIENTO | Steve Jobs ha sido tan admirado como criticado
Las dos caras del profeta
Steve Jobs en San Francisco, en una imagen de 2004 | Efe
Periódico El mundo.es
Pablo Romero | Madrid
Actualizado sábado 08/10/2011 07:46 horas
La muerte de Steve Jobs ha provocado, como cabía esperar, multitud de
reacciones prácticamente unánimes de homenaje y admiración en todo el planeta.
No es para menos, teniendo en cuenta su capacidad única de trabajo, de visión
de futuro y de gestión empresarial. El hombre se convirtió en personaje,
en icono, en sinónimo de una
de las compañías tecnológicas más veteranas y poderosas del mundo. No
obstante, su forma de ser y su obra han sido también criticadas en
varias ocasiones.
Jobs era un hombre brillante, dinámico, luchador y apasionado, un
emprendedor nato rebosante de audacia y de talento. En palabras del propio
presidente de EEUU, Barak Obama, fue "lo
suficientementevaliente para pensar de modo diferente, lo
suficientemente osado para creer que podría cambiar el mundo y con el talento
necesario para conseguirlo".
Obama: "Fue lo suficientemente valiente para pensar de modo
diferente"
Mucho se ha hablado de su capacidad como visionario, su pasión por el diseño, su capacidad para ponerse en el lugar
de los usuarios y crear productos bellos, deseables y extremadamente fáciles de
usar.
Pero también era,
según algunos biógrafos -especialmente Alan Deutschman-, un líder autoritario, arrogante, narcisista y extremadamente detallista,
que exprimía a sus empleados y que estaba obsesionado con el control. Jobs era un hombre muy
admirado, pero ciertamente también odiado por algunos.
Más allá de las críticas personales -lógicas si tenemos en cuenta la
carismática personalidad que poseía Steve Jobs-, amplios sectores del mundo
tecnológico han criticado su principal obra, Apple.
Donald Norman, ex ejecutivo de Apple y experto en diseño emocional y usabilidad, declaró
a The Guardian que la compañía es "excelente para generar una fuerte reacción
emocional positiva por parte de quienes utilizan sus productos". Pero
emociones tan fuertes pueden generar lo contrario.
Otras críticas se han centrado tradicionalmente en que los productos de
Apple pueden ser más bonitos y atractivos, pero a menudo son más caros y carecen de algunas
funciones que otros de la competencia tienen. Grandes expectativas
pueden generar grandes decepciones. Eso no ha impedido éxitos como el del
iPod, el iPhone o el iPad, productos controlados desde el principio hasta el
más mínimo detalle por el propio Steve Jobs.
A contracorriente
En un revelador artículo publicado en 2008, la revista Wired se
preguntaba cómo Apple podía conseguir que todo fuera bien haciendo todas las
cosas mal o, mejor, dicho, al contrario que prácticamente todas las compañías
de la competencia: control absoluto de 'hardware', 'software' y
aplicaciones, y el abrazo radical a los programas cerrados y propietarios.
A Apple se le crítica el abrazo radical a los programas cerrados y
propietarios
El tándem iPod e iPhone junto a iTunes es un ejemplo claro: juntos
funcionan muy bien (un punto a favor para los usuarios medios que no
'destripan' dispositivos), pero sólo porque están íntimamente unidos y los
primeros dependen del segundo para cargar música o vídeos. Esaausencia de
libertad, de apertura de sus productos, en un mundo cada vez más colaborativo y
abierto, es otra de las críticas recurrentes.
Eso sin mencionar el absoluto secretismo que impera entre sus decenas de
miles de trabajadores por contrato, algo común en Silicon Valley, pero que en
el caso de Apple se radicaliza hasta el extremo. Paradójicamente, pese a ser
una compañía casi completamente opaca para los medios de comunicación,
es muy raro leer una crítica negativa contra Apple en ellos.
Otras críticas que ha recibido la compañía a lo largo de los últimos años
pasan por cuestiones
medioambientales (Apple enseguida abrazó unamplio programa de
control y reciclado de sus productos que, como todos los generados
por la industria tecnológica, son altamente contaminantes) e incluso por las
condiciones de los trabajadores chinos que ensamblan
sus productos (y prácticamente todos los demás productos tecnológicos de la
competencia). Como dice el artista Mike Daisey en una columna en el diario The New York
Times, "la magia del señor Jobs tiene sus costes".
"Apple es más malévola y mucho más restrictiva que Microsoft, ya que
limita incluso el derecho de ejecutar aplicaciones"
Pero quizá los mayores ataques han provenido del mundo del 'software'
libre. Como mencionábamos antes, mientras la industria tecnológica se ha ido
abriendo poco a poco a las ventajas del código abierto para atraer
desarrolladores, gracias sobre todo a la generalización de Internet (incluso Microsoft ha terminado
abriendo parte de sus códigos), Apple sigue apostando por el control absoluto
de sus productos.
Y a la cabeza de estas críticas está Richard Stallman, creador de GNU y uno
de los mayores -y más radicales- impulsores del 'software' libre."Apple
es más malévola y mucho más restrictiva que Microsoft, ya que limita
incluso el derecho de ejecutar aplicaciones", afirmó hace un año
Stallman. "Apple crea esposas digitales, hace creer a la gente que es 'cool'
por tener sus productos y realiza juegos de marketing para que no parezca malo
lo que hace". Incluso el día después de su defunciónpublicaba en su blog una breve entrada en la que de
alguna manera se alegraba de la desaparición del personaje (no de la persona):
"Nadie merece morir -ni Jobs, ni el señor Bill (Gates), ni
siquiera aquellos culpables de males mayores-. Pero todos merecemos el
fin de la influencia maligna de Jobs en la informática personal".
Son las dos caras de un genio.
H
|
emos relacionado esta noticia con
el tema 7 el apartado estilos de liderazgo y en concreto del liderazgo
autoritario.
En esta noticia se habla del
fallecido Steve jobs y de cómo desde distintos
puntos de vista lo que se opinaba de él.
Hemos destacada que según algunos biógrafos -especialmente Alan Deutschman-, Steve Jobs era un líder autoritario,
arrogante, narcisista y extremadamente detallista, que exprimía a sus
empleados y que estaba obsesionado con el control. Jobs era un hombre muy
admirado, pero ciertamente también odiado por algunos.
De ahí que lo hayamos incluido
dentro de un líder autoritario puesto que este tipo de liderazgo es
instrumental (cumplimiento de objetivos) y el líder asume todas las
responsabilidades y decisiones, exigiendo a sus miembros el cumplimiento de las
tareas sin discusión.
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