Rumasa
presenta concurso de acreedores de Cacaolat
Unos 400 empleados se manifiestan en
Barcelona para pedir la escisión de la empresa.- El grupo de la familia Ruiz
Mateos ya tiene a cuatro de sus mayores marcas en suspensión de pagos
C. BLANCHAR
/ C. S. BAQUERO 18 MAR 2011 - 13:22 CET
Nueva Rumasa ha presentado esta mañana concurso de
acreedores voluntario ante el Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona para
Cacaolat, la histórica marca catalana de batidos de chocolate, ha informado el
Comité de Empresa. La de Cacaolat es la cuarta suspensión de pagos voluntaria
que presenta el holding de la familia Ruiz Mateos tras el de Clesa, que también
se ha anunciado hoy, y después de que Dhul y Carcesa, la empresa
que lanzó los pagarés del grupo hiciesen lo propio el lunes y ayer. Las firmas que se
han acogido a la antigua suspensión de pagos forman parte de la treintena de
empresas que Nueva Rumasa ha anunciado que piensa llevar a concurso por las
dificultades financieras por la que atraviesa el grupo y que, tras darse a
conocer en febrero, ha atrapado
a miles de inversores
particulares.
Cacaolat tiene una plantilla de 500
trabajadores, 400 en las plantas de Barcelona y Parets del Vallès (Vallès
Oriental), que este mediodía se manifestarán ante las instalaciones, y otros
100 en la planta de Zaragoza. El presidente del comité de empresa, José Miguel
Miguel (UGT), ha expresado que espera que el juez actúe como lo ha hecho el de
Granada en el caso Duhl y aparte a la familia Ruiz Mateos del caso y traspase
su gestión a los administradores concursales. Además, UGT instado a la
Generalitat a actuar y cumplir su compromiso de hacer todo lo posible para que
Cacaolat se quede en Cataluña, ayudando a encontrar inversores que
"aguanten la compañía y mantengan la estabilidad de la plantilla".
UGT junto al comité de empresa se personará en el
concurso para garantizar que el futuro comprador "asegure la viabilidad de
todos los puestos de trabajo y la empresa". La firma no ha presentado las
cifras de 2010 pero preveía cerrar el ejercicio con una facturación de 104
millones de euros, que supondrían un segundo año de crecimiento sucesivo. El
comité de empresa de Cacaolat defiende que se trata de una sociedad viable, con
cuentas de resultados positivas. Con todo, la matriz ha paralizado la
construcción de una nueva planta en Llinars del Vallès, para la que comprometió
una inversión de 40 millones de euros. Cacaolat llegó a manos de Nueva Rumasa
cuando en 2007 compró la italiana Parmalat, que había comprado Clesa en 2001.
Años antes, en 1971, Clesa había comprado su matriz, Letona. En 2009, el
conglomerado de Ruiz Mateos llegó incluso a hablar de la salida a bolsa de
Cacaolat, para lo que inició los trámites para escindir la marca de batidos de
Clesa.
Unos 400 trabajadores de Cacaolat en Cataluña han
protestado hoy para pedir la continuidad de la empresa y la protección de sus
puestos de trabajo. Los primeros en manifestarse han sido los 200 empleados de
la planta logística de Paret del Vallès, a las 12. A las 14, en el cambio de
turno, se les han unido unos 200 compañeros de la planta de producción de
Barcelona.
La concentración forma parte de un plan de
movilizaciones que han planeado desde octubre los trabajadores para solicitar
la escisión de la empresa del grupo de la familia Ruiz Mateos. La de hoy ha
coincidido con la presentación del concurso de acreedores voluntario. Al grito
de "Mateus, queremos la verdad", los trabajadores han silbado y brincado
por casi media hora. Se trata de una plantilla bastante joven, a la que le
deben la paga extra de febrero y que en un 70% no ha cobrado la nómina del
mismo mes.
"Somos una empresa solvente y ellos[la familia
Ruiz Mateus]la han estado desangrando", ha asegurado José Miguel Miguel,
delegado de UGT en Cacaolat. El dirigente sindical también ha solicitado que se
nombren los administradores judiciales lo más pronto posible y buscarle una
salida a la empresa y los trabajadores.
U
|
nos 400 empleados de la empresa
catalana Cacaolat, se manifiestan para pedir a los dirigentes la continuidad de
la empresa y por la protección de sus puestos de trabajo. Esta empresa está en
una situación igual que otras muchas pertenecientes al grupo Nueva Rumasa,
perteneciente a Ruíz Mateos.
Tanto los trabajadores como los
directivos están luchando contra la familia Ruíz Mateos, declarando que la
empresa, es una empresa solvente, y que la familia Mateos, la ha gestionado mal
y la ha estado desangrando.
Todas estas cosas llevan a que
los intereses entre los trabajadores y la familia Mateos discrepen y se
produzcan conflictos estructurales como nos muestra un epígrafe del tema 11.
Para poder solucionar estos
conflictos, se pueden tomar diversas medidas como imponer una solución o
negociando, entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario